48 horas de tarta

Sí, sí, como lo leéis, dos días enteros para hacer esta tarta para 90 comensales.

Ha sido todo un reto para mí (y para parte de mi familia que me ha ayudado, jejeje) y me siento orgullosa de ello.

Cuando Isabel me dijo por teléfono que quería una súper tarta para una gran celebración me quedé un poco fría. Me costó mucho organizarme mentalmente con las cantidades y los ingredientes, y la organización; pero, una vez que lo vi, todo fue sobre ruedas.

Me pasé un día entero para hacer todos los bizcochos (mi horno es un poco lento, sí) y otro completo para la decoración, de 9 de la mañana a 10 de la noche!! Se me pasó el día volando entre azúcar y fondant.



Me encanta mi conejito detrás de un matojo!

Mi carita de cansá cuando fuimos a entregarla a las 9 de la mañana.

El protagonista de la tarta era el camión, marca Iveco, que el homenajeado de la fiesta y toda su familia tan bien conocen porque trabajan con ellos. Para hacerla un poco menos seria, le puse el mecánico con sus herramientas, un conejito, florecitas y setitas.
Todo se podía comer, menos el palito de la señal de tráfico, que era de madera, jeje.

No quiero dejar de agradecer todas las colaboraciones que he tenido en estos días: mi gran amigo Juanlu, por ayudarme con el diseño y pensar cosas que a mi no se me ocurrían, mi padre y su cochera llena de cosas que tanto critico y que me solucionó la base de la tarta, mi marido que estuvo a mi dispoción todo el día para que yo no preocupara por nada más que fuera el dulce.... Sin ellos todo hubiera sido más difícil.

Espero que a todos le gustara y que disfrutaran de un gran día en familia.