4 de marzo de 2013

Tiempo de cambios

En los tiempos que vivimos, muchos de vosotros sabréis de lo que hablo cuando digo que llevo varios años sientiendo que no soy dueña de mi vida.

Mi pareja trabaja para una empresa grande, y siempre estamos pendientes de traslados. No podemos hacer planes a largo plazo porque no sabemos dónde estaremos el año que viene, y desde hace unos meses, todo es más incierto aún.

Así que en enero me planté, y me propuse dejar de esperar en casa (bueno, haciendo tartas, jeje) a que llegaran los cambios que tanto tiempo llevo anhelando. Me tomé en serio lo de buscar trabajo y he tenido la suerte de encontrarlo, así que ahora vuelvo a funcionar a turnos, vuelvo a tener semanas de locura con días de trabajo de tarde, de noche y de mañana, y dejo de tener tiempo para todo lo demás.

Me da mucha pena no poder hacer todas esas tartas en las que estáis pensando pedirme, será duro tener que deciros que no en la mayoría de ocasiones, pero sé que me entenderéis si os digo que necesito estar muy ocupada mientras todo lo que está en el aire toma su forma definitiva y nos permita por fin dejar de hacer miles de kilómetros cada mes y "poner el huevo" en algún sitio (que a estas alturas ya no nos importa donde sea).

Cuando eso ocurra, volveré pisando fuerte, os lo prometo. Tengo mil ideas en la cabeza, y muchos proyectos que iré preparando en mis largas noches despierta, porque los bizcochos, el chocolate y el fondant nunca van a quedar en segundo plano. Me gustaría poder dedicarme a la repostería creativa el día de mañana.

Así que esto no es un adiós, simplemente un aviso a navegantes de que ahora todo irá más lento, más "al salto la mata", como nos gusta decir en casa. Gracias a todos por el cariño y el apoyo que me habéis dado durante todo este tiempo, por el ánimo, las palabras bonitas y por hacerme sentir querida.

Un abrazo!