Fuego, fuego, fuego!!!

Y entonces vinieron los bomberos, jejeje.

Ha sido muy divertido hacer esta tarta para Roberto, que ya habréis deducido que era el bombero cumpleañero.

Para inspirarme un poco, busqué fotos en san Google y así se me ocurrió colocarle el nombre al revés, igual que los camiones que conducen; el pirulillo que se enciende cuando llevan la sirena y su uniforme ignífugo con el casco a juego.

Me metí tanto en el mundillo de los bomberos que, de pronto, me imaginé dentro de un gran fuego. En el caos que se formó, no tuve forma de encontrar el cargador de mi cámara, que estaba sin batería, y con la que pretendía inmortalizar el momento. Suerte que tenía a mano el móvil y algo se pudo hacer.

Volviendo al diseño de la tarta, los números que se ven en la nube de polvo del extintor corresponden a su número de casco; Elena quería que llevara ese detalle. Y el 31 del charco está claro que son los años que cumplía, no?

Espero que la disfrutaran y que os guste a todos!

Un abrazo.